jueves, 29 de marzo de 2012

Apuntes sobre una vida oculta


JD Salinger, una vida oculta
Kenneth Slawenski
Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores
Barcelona 2012
549 páginas

Aquí algunos conceptos que me han parecido muy interesantes de la última de las biografías
de JD Salinger, escrita por Kenneth Slawenski.

- Resulta sorprendente comprobar como muchos de los intereses de JD Salinger se alejaban de la literatura. En su infancia al autor le apasionaba el deporte y actuar. Más tarde, ya convertido en escritor, se interesaría por el ejército, donde encontraría la disciplina y el método que más tarde aplicaría a la escritura.
- Salinger recibe varias negativas de las revistas de la época (Story, The New Yorker) que hieren su ego. Entonces se desata un triángulo vicioso recurrente durante la vida del autor: los desengaños creativos hacen que busque refugio en el amor y, a su vez, los desengaños amorosos hacen que abrace sus tareas militares con más vehemencia.
- La gran paradoja de Salinger: su amor por Oona O’neil, hija de una familia rica que representa todo lo que el critica en sus relatos. Amar lo que se desprecia, añorar un mundo al cual se quiere pertenecer, un ambiente y sociedad que ridiculiza en sus escritos. Abrazar la parte de uno mismo que avorrecemos.

martes, 28 de febrero de 2012

Juan Sardà, periodista y escritor: “Me sé los cumpleaños de todos mis personajes”




Juan Sardà (Barcelona, 1976), periodista forjado en medios como La Vanguardia, El Mundo, Fotogramas o Rockdelux, publica su segunda novela, Taksim (Suma de Letras), en la que plantea una distopía futurista en la que los seres humanos y los androides conviven. La novela está protagonizada por Jakob, un cineasta famoso torturado por su pasado; Marianne, una periodista especializada en terrorismo que intenta reconstruir su vida mediante la escritura; Paul, que esconde muchos secretos; y Joshua, un androide destinado a hacer feliz a los humanos y que hará uso, sorprendentemente, del libre albedrío.

Entrevista en Taller de Letras

¿Son fundamentales las ranas?


El castillo de la carta cifrada
Javier Tomeo
Anagrama, 1989

Javier Tomeo
Javier Tomeo (Quicena, Huesca, 1932), uno de los inclasificables de la literatura española. Un outsider, un tipo ajeno a las modas literarias, a las corrientes de sus compañeros de generación. Popular en el extranjero, poco conocido entre nosotros. Fanático de los animales, que pueblan sus libros de manera reincidente. Ha escrito cerca de cincuenta obras que flirtean con el surrealismo, y el reconocimiento que ha obtenido se debe agradecer a las adaptaciones teatrales de sus obras. 

Qué risa, es el infierno

 
Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer
(A supposedly fun thing I’ll never do again)
David Foster Wallace
Mondadori
Traducción de Javier Calvo
Barcelona, julio 2011.


Algo supuestamente divertido… es una obra enloquecida, cáustica en ocasiones, aunque también tierna y entrañable por momentos. A medio camino entre el diario y el ensayo, el libro nace por encargo de la Harper’s Magazine, en la que Foster Wallace colaboraría varias ocasiones. La revista publicó en 1996 algunos extratos bajo el título de Shipping Out: On the (nearly lethal) comforts of a luxury cruise y para el encargo desembolsó más de tres mil dolares para que el autor norteamericano pasara una semana a bordo del Zenith, un crucero de lujo por el Caribe. Un encargo que, desde el primer momento, despierta los recelos y el desconcierto del escritor, que acepta la tarea como quien acepta bajar a los infiernos: con miedo pero con curiosidad.

jueves, 18 de febrero de 2010

Richard Price, eliminar el azar de la realidad




El espacio CaixaFòrum acogió ayer en Barcelona la conferencia La nueva narrativa de las series de televisión, enmarcada en el ciclo Narrar en la era de la imagen. Durante una hora y media, el escritor Rodrigo Fresán y el guionista y también escritor Richard Price (cotizado guionista hollywoodiense y, entre otros, responsable de la serie televisiva The Wire) charlaron sobre las novedades narrativas que se practican en las series de televisión. Ah, no, disculpad. La charla debería haber tratado de eso, pero al final trató de otra cosa.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Cómo funciona Lost



Los fans de la serie no se cansan de preguntar si, en su sexta y última temporada, Lost va a ofrecernos las respuestas que durante tantos años nos han quitado el sueño. Yo creo que no. O más bien, creo que la pregunta no es pertinente.
Durante toda su emisión la serie se ha basado en una retorcida lógica según la cual los misterios planteados en el pasado pasaban a segundo plano, reemplazados por otros nuevos y más importantes. Aquí un ejemplo para ilustrarlo, sin spoilear.

  • Primera temporada: foto de un vaso de agua con una mosca flotando. 
  • Segunda temporada: la foto se amplía. Vemos una mano que antes no aparecía y que parece que va a coger -o tal vez acaba de dejar- el vaso con la mosca. 
  • Tercera temporada: la foto se amplía aún más. Vemos parte de la mesa, ahora con otros vasos y platos con carne y verduras y cerveza y vino, con ceniceros a medio llenar y sobre todo, con otras manos y otros brazos de otras personas. 
  • Cuarta temporada: la foto se amplía, una vez más, y vemos que la mesa está en un restaurante con otras mesas, con otros comensales con la corbata aflojada y las mejillas sonrosadas. 
  • Quinta temporada: con una foto que ya capta todo el local, vemos como al fondo hay una mujer vestida de novia que brinda y sonríe. También vemos al típico músico de bodas. 
  • Sexta temporada: la cámara sale fuera del local y vemos al novio sentado y fumando en la entrada del restaurante, que está en medio de un desierto.

Y ahora decidme: ¿a quién demonios le importa la mosca?

martes, 9 de febrero de 2010

Cruces en un desierto sin límites (2666, de Roberto Bolaño, dirigida por Àlex Rigola)


                                                                                                                                                                                          Foto de Ros Ribas

En el cuarto acto de la adaptación de Rigola del 2666 de Bolaño -La parte de los crímenes-, la acción transcurre en un desierto. En la parte izquierda, una chica muerta descansa sobre un plástico, empapada en su propia sangre y totalmente desnuda; su desnudez aún palpitante contrasta con los espinos áridos del páramo mexicano. Los investigadores y policías se mueven por este desierto doméstico mientras cuentan chistes machistas y parece que en ese paseo se trasladan a otros espacios, en algún momento incluso aparece el recuerdo de Klaus -sobrino de Archimboldi, o Hans Reiter- encarnado en persona, se sienta en una piedra y se reproduce un interrogatorio en una comisaría de policía. Como si ese desierto no tuviera límites y se prolongara más allá de Santa Teresa, más allá del DF, más allá de México.