martes, 28 de febrero de 2012

Juan Sardà, periodista y escritor: “Me sé los cumpleaños de todos mis personajes”




Juan Sardà (Barcelona, 1976), periodista forjado en medios como La Vanguardia, El Mundo, Fotogramas o Rockdelux, publica su segunda novela, Taksim (Suma de Letras), en la que plantea una distopía futurista en la que los seres humanos y los androides conviven. La novela está protagonizada por Jakob, un cineasta famoso torturado por su pasado; Marianne, una periodista especializada en terrorismo que intenta reconstruir su vida mediante la escritura; Paul, que esconde muchos secretos; y Joshua, un androide destinado a hacer feliz a los humanos y que hará uso, sorprendentemente, del libre albedrío.

Entrevista en Taller de Letras

¿Son fundamentales las ranas?


El castillo de la carta cifrada
Javier Tomeo
Anagrama, 1989

Javier Tomeo
Javier Tomeo (Quicena, Huesca, 1932), uno de los inclasificables de la literatura española. Un outsider, un tipo ajeno a las modas literarias, a las corrientes de sus compañeros de generación. Popular en el extranjero, poco conocido entre nosotros. Fanático de los animales, que pueblan sus libros de manera reincidente. Ha escrito cerca de cincuenta obras que flirtean con el surrealismo, y el reconocimiento que ha obtenido se debe agradecer a las adaptaciones teatrales de sus obras. 

Qué risa, es el infierno

 
Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer
(A supposedly fun thing I’ll never do again)
David Foster Wallace
Mondadori
Traducción de Javier Calvo
Barcelona, julio 2011.


Algo supuestamente divertido… es una obra enloquecida, cáustica en ocasiones, aunque también tierna y entrañable por momentos. A medio camino entre el diario y el ensayo, el libro nace por encargo de la Harper’s Magazine, en la que Foster Wallace colaboraría varias ocasiones. La revista publicó en 1996 algunos extratos bajo el título de Shipping Out: On the (nearly lethal) comforts of a luxury cruise y para el encargo desembolsó más de tres mil dolares para que el autor norteamericano pasara una semana a bordo del Zenith, un crucero de lujo por el Caribe. Un encargo que, desde el primer momento, despierta los recelos y el desconcierto del escritor, que acepta la tarea como quien acepta bajar a los infiernos: con miedo pero con curiosidad.